Hemming hecho a mano: Dado que el proceso depende completamente de la manipulación manual, las variaciones en la presión y la técnica otorgan a cada dobladillo un acabado suave y orgánico, impregnándolo con un encanto artesanal inimitable. Si bien pueden ocurrir pequeñas imperfecciones como pliegues ocasionales o bordes desiguales, estos "defectos" a menudo se convierten en características distintivas de la pieza, añadiendo a su singularidad y atractivo artístico al mostrar el toque humano inherente al trabajo hecho a mano.
El dobladillo a máquina produce bordes uniformes y elegantes con líneas suaves y perfectas. Sin embargo, carece del encanto táctil y del carácter artesanal del dobladillo hecho a mano, pareciendo más mecánico en comparación.